El techo alto de chapa que cubre el patio de la escuela no sólo parece multiplicar el calor asfixiante de la tarde, sino también el estruendo que generan cientos de chicos que saben que la hora de irse a casa está cerca. Algunos gritan adentro de las aulas; otros, mientras siguen las indicaciones de la profesora de educación física. Es una tarde de ruido y calor a la que le cuesta poco alterar nervios. De todos modos, en un extremo del patio hay algo parecido a la paz. El calor agobia al igual que en el resto de la escuela, pero suena una melodía que invita a pensar en cerros, en sendas, en valles, en quebradas, en soledades y en alturas. Los dueños de ese instante son chicos que, sentados al pie del mástil, ensayan coplas. A algunas de ellas las entonarán hoy ante miles de personas en la plaza de Mayo, en Buenos Aires. Y nada menos que junto con Gustavo Santaolalla.
La imagen del párrafo anterior sucedió la semana pasada en la escuela Nueva Argentina, de Las Talitas. Allí, entre las paredes blancas y verdes del establecimiento, Martín Emanuel Soria, Juan Pablo Gerez, Bruno Miranda, Florencia Córdoba, Paula Molina, Paulina Cazuza, Fiorela Juárez, Lautaro Fernández y Luciano Bustamante (Enzo Alurralde no estaba cuando se hizo la nota) amasaban a fuerza de ensayos un proyecto que sin duda es la envidia de cualquier músico: estos chicos de entre 10 y 11 años se presentarán ante miles de personas en Buenos Aires y en compañía de algunos de los músicos más importantes de Latinoamérica.
Esta historia comenzó a escribirse el 13 de septiembre, cuando Santaolalla protagonizó en el auditorio de El Cadillal de un homenaje a Leda Valladares. De aquel espectáculo también participaron 1.500 alumnos de escuelas públicas y privadas, entre ellos, los chicos de Las Talitas. “Practicaron todo el año para esa juntada y cantaron maravillosamente bien, fue muy lindo. Santaolalla eligió a este grupo para acompañarlo, porque viene trabajando desde hace dos años con la copla”, resaltó Patricia de Urquiza, responsable en Tucumán del programa La Música de Todos.
El canto de los cerros
El que inició a los chicos en el camino de las melodías de la montaña fue el profesor de música Luis Páez. “Defiendo el canto popular de los cerros y de los valles, las raíces folclóricas y eso trato de transmitirle a los chicos. Quiero que defiendan el patrimonio cultural y el canto vallisto, que es un canto colectivo”, aseguró el docente.
Sin dudas, lo que viven estos alumnos de Las Talitas es lo más parecido al sueño de cualquier músico del interior: ayer por la mañana llegaron a Buenos Aires y, al cierre de esta edición, estaban a punto de ensayar... ¡con Santaolalla y León Gieco en el estudio de Lito Vitale! Hoy, entre las 18 y las 20, subirán al escenario montado en la plaza de Mayo para celebrar los 30 años de democracia y entonarán las coplas. Los escucharán no sólo las miles de personas que seguramente participarán del acto, sino también las que lo sigan por televisión.
Juan Pablo parece ser el más desenvuelto de todos y enumera algunas de las coplas que posiblemente entonarán: “Tonada de Coctaca”, “Banderita colorada”, “Vida mía”, “Tonada de La Quiaca”. Las canciones que integrarán el repertorio definitivo serán definidas por Santaolalla y por Gieco.
“Sólo le pido a Dios”, respondió Fiorela cuando se le preguntó si conocían alguna canción de Gieco. Instantes antes, todos habían asegurado que, a pesar de sus edades, sabían muy bien quién era León. Y el profesor Páez lo ratificó, pero con una aclaración: “les explicamos quiénes son los músicos con los que van a estar para que tomen conciencia de la importancia del hecho”. Es que son chicos y sus gustos musicales, además de la copla, transitan otros rumbos. “Nos gusta el reggaetón”, asegura Bruno. Pero Paula hace una diferencia: “A las chicas nos gusta el pop”.